
El
siglo XIX es el Período de Independencia y fundación de la República.
Comienza con la revolución de Quito el 10 de agosto de 1809 donde se
proclama la independencia de Quito respecto de España. La literatura no
será ajena a este contexto en el que los criollos se vuelven
protagonistas de esta realidad.
A continuación veremos algunos poetas ecuatorianos destacados de este periodo.
JOSÉ JOAQUIN DE OLMEDO
La
figura de José Joaquín de Olmedo está atravesada por diversas
circunstancias. Podríamos decir que muchos ejes históricos, sociales y
culturales se entrecruzan para dar como resultado una de las poesías más
significativas de la historia de nuestras letras. Olmedo nació en 1780,
es decir, en plena Época Colonial. Él es un auténtico representante del
«criollo»: hijo de español, nacido en América. Su año de muerte (1847)
también nos señala ese cruce de ejes: nace en la Colonia pero muere en
la República. Es, por tanto, un prócer de la Independencia. Con la
independencia de Guayaquil declarada el 9 de octubre de 1820, Olmedo
asume mayor protagonismo político. La Batalla de Junín (acontecida en
1824 y con la que Simón Bolívar consiguió asegurar la independencia del
Perú de la hegemonía española) impresionó vivamente el espíritu poético y
patriótico de José Joaquín de Olmedo.
OBRAS:
Durante su vida, dedicó parte de su tiempo a la creación de novelas, cantos, obras, poemas, entre otros tipos de obras literarias. Entre sus más conocidas obras están: Canto a Bolivar; Al General Flores, vencedor en Miñarica; y Alfabeto para un niño. Diseñó la bandera y el escudo de Guayaquil, además de componer la letra para su posterior himno.
En 1898 se inspiró y compuso el prólogo a la tragedia El Duque de Viseo de Quintana y su silva titulada El Árbol, que terminó en 1809 y contiene dos partes, una filosófica y de gran sentido estético y otra menos cuidada con la que cierra el poema, pareciendo como si hubiera unido dos versos distintos.
A continuación un pequeño extracto del poema La Victoria de Junín, Canto a Bolívar

La poesía de Dolores Veintimilla se enmarca dentro del Romanticismo. Esta escuela llega al Ecuador cuando ya en Europa había empezado su declive, es decir, lo mejor de su producción había pasado y autores de menor talento empezaban a producir obras en la que se abusaba de recursos propios de esta escuela desgastándola o reduciéndola a la simple exaltación del amor (el mejor Romanticismo no se concentraba solo en eso). Vale, sin embargo, que recordemos algunas características de este movimiento.
• Primacia del sentimiento frente a la razón (postura contrario a al Ilustración).
• El racionalismo no basta para explicar a la naturaleza y al individuo.
• Se concibe al mundo como un organismo viviente, en constante cambio. Por lo tanto, el cambio es un valor positivo.
• El racionalismo no basta para explicar a la naturaleza y al individuo.
• Se concibe al mundo como un organismo viviente, en constante cambio. Por lo tanto, el cambio es un valor positivo.